Acomodado entre el centro de la ciudad y el barrio Bolívar, donde según relatan; existía una falla antes de su construcción, que hacía extremadamente difícil la subida al centro. Los que lo escalaban lo hacían casi que en cuclillas pretendiendo llegar al otro lado de la ciudad. Muchas veces la subida era de rodillas, por la inclinación de la pendiente.
algunas historias "callejeras" cuentan Por ejemplo, que los esclavos negros fueron humillados y azotados cruelmente para que construyeran “el puente del humilladero”, y lo peor es que la historia se completa con la siguiente afirmación de cómo con la sangre de estos pobres esclavos se hizo la mezcla para pegar los ladrillos del puente, debido a este miserable y cruel destino el puente recibió el nombre del “humilladero”.
Otra historia que la antigua entrada norte a la ciudad, se ubicaba en el terreno donde hoy se encuentra la sede del actual Banco de la República, lugar en donde culmina la dura pendiente coronada por una cruz o altar que se ubicaba generalmente en las entradas de las ciudades. Como lo mandaba la religiosidad de la época, las personas que coronaban la pendiente muertos de cansancio y con las cargas que traían a la plaza principal se postraban ante el símbolo santo realizando así la acción de arrodillarse o “humillarse” es esta la posible causa por lo cual se le bautizó con este nombre.
la mayoría de los visitantes llegan con el deseo de conocerlo, de escuchar su historia, pero también con el objetivo de hacerse una foto en un recodo de la historia de Popayán, que se sostiene en doce arcos de medio punto, siendo los centrales más anchos que los restantes.
Actualmente es considerado uno de los puntos claves para el fomento de la cultural donde se presentan grupos musicales, obras de teatro, danzas, poesía y muchas actividades que aportan al crecimiento de las expresiones artísticas de los patojos.
A pesar del tiempo de construcción, su imponente diseño y consistencia en su edificación le han permitido permanecer a salvo, pese a que la ciudad fue devastada por algunos movimientos telúricos.
A un lado puedes observar, la presencia de otro puente más pequeño llamado “De la Custodia”, por donde desfilaban los esclavos e indígenas, mientras que por el puente principal pasaba la realeza y los hacendados.
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